En el post de hoy os contamos un plan cerquita. Igual os resulta tan cerquita que os entra la risa… Y es que, si sois de Urdaibai, os estamos hablando de vuestra casa! En concreto, nos hemos ido a Mundaka, un sitio cerquita con un trayecto corto en el que los txikis “sólo” pueden repetir 1.532 veces la mítica frase de… “¿Cuándo llegamos?????”
Como os decimos, en este camping (www.campingportuondo.com) nos hemos alojado en una mobil-home. Al principio pensamos que iba a ser demasiado pequeña, pero no había opción de cambiar por otra más grande porque estaba todo completo, y al final, no importó porque sólo lo usamos para dormir. ¡Había demasiadas cosas para ver y disfrutar fuera! Como veis, al lado de nuestra casita se aparca el coche, y además, en la misma parcela hay una barbacoa de uso individual.
La piscina estaba aún cerrada, pero tenía una pinta estupenda, y los columpios son lo más. Ya os hemos dicho en la entrada del post que el restaurante y la cervecera son de lo más kidfriendly, y es que, mientras desayunas, comes o simplemente tomas algo, los txikis se lo pasan genial y están a la vista en todo momento. ¡Por no hablar de las vistas… qué vistas! Pero qué bonito es Urdaibai, eh? Menudo privilegio de sitio!
Sin duda, como opción de camping, nos encantó, porque está súper cerquita y los txikis se lo pasan en grande fuera de la rutina. ¿Alguien de vosotros lo conoce? ¿Nos recomendáis algún otro? Por nuestra parte, ya os iremos contando nuevos descubrimientos, que tenemos alguno en la recámara del que aún no os hemos contado nada. ¡Nosotros volveremos! Además… nos hicimos amigos de un caracol, así que tenemos que ir a visitarle, a ver qué tal lleva el veranito… jajaj
Al margen de la escapada en sí, os podemos contar lo que hicimos el finde por Urdaibai, como que visitamos Bermeo y su Museo del Pescador. Lo recordábamos de la infancia y fuimos explicando al enano que íbamos a ver un esqueleto de ballena enorme… Pues no, no lo sabíamos, pero han renovado el museo y está muy chulo, pero sin ballena. La verdad es que para hacer una visita merece la pena, porque pueden ver barcos, un vídeo de la vida de los arrantzales o conocer aparejos de pesca… Os podéis imaginar que la visita fue un cúmulo de preguntas en torno al mar… ¡¡¡Qué ganas tienen de aprender!!!
Y no podía faltar una visita a San Juan de Gaztelugatxe. No lo teníamos previsto, así que no llevábamos mochila para el pequeñajo, pero finalmente decidimos subir como buenamente pudimos y llegamos hasta arriba! Además, las escaleras dan mucho juego para que los txikis vayan contando, y tened en cuenta que podéis llevarlos en silla hasta que empiezan las escaleras y allí dejarlas candadas.
Una vez arriba, tocamos la campana, hicimos hamaiketako y vuelta para abajo! Fue una excursión súper chula que seguro que repetiremos pronto, aunque mejor equipados!!
Y ahora, si tenéis recomendaciones para nuestra próxima escapada, ya sabéis! Proponednos #txikiplanes y luego os los contamos por aquí. A seguir descubriendo sitios nuevos!
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