Tan solo necesitamos: dos masas de hojaldre fresco redondas (de las que venden en los súper), un bote de nutella o nocilla, y un huevo.
Lo primero que tenemos que hacer es precalentar el horno a unos 200 grados. Después desenvolvemos una de las masas de hojaldre y echamos la crema de cacao por encima, como os mostramos en la fotografía. ¿Qué cantidad? Pues... ¡A nuestro gusto y que los txikis la esparzan muy bien, manchándose todo lo que quieran!
Después ponemos la otra lámina de hojaldre encima y colocamos un vaso más o menos en el medio. Con esta referencia dividimos nuestro pastel del modo que a continuación os enseñamos:
Después vamos retorciendo una a una cada porción. Así, fijaos bien ¡queda muy chuli!
Lo último que nos queda hacer es "pintar" con el huevo, para que nos quede bien doradito. Este paso ha sido el que más le ha gustado a mis chiquitinas. ¡Lo del pincel de silicona mola mucho!
Y después de hacer esto ya solo nos queda meter al horno a 200º durante unos 15-20 minutos.
¡No nos digáis que no es fácil! Y lo mejor es que hemos pasado un rato en familia genial, nos hemos divertido mucho y las txikis han colaborado en todo. Cuando han visto el resultado final, se han quedado alucinadas. ¡¡Amatxu es nuestra tarta, pero si parece un eguzkilore!! Y lo buenísimo que tiene que estar, mirad que pinta... ÑAM, ÑAM, ÑAM!!!
Me encanta este pastel, es super facil y muy vistoso, y está de chuparse los dedos.
ResponderEliminarDe verdad que si, era la primera vez que lo hacíamos y me sorprendió mucho lo buenísimo que está para lo fácil que es de hacer!
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