Barra de navegación horizontal con listas y estilos CSS

El conejito que ayuda a los txikis a dormirse

El otro día viendo el informativo del mediodía, una noticia acaparó poderosamente toda la atención de amatxu. Se hacían eco sobre la última manera de hacer que los niños concilien bien el sueño. Nada de rebuscados métodos, nada de posturas, nada de dejarles llorar... Hablaban de un libro infantil protagonizado por un conejito que ayuda  a dormirse a los más peques.


De repente, amatxu se empezó a acordar de aquella amiga que sacaba a su hija a dar un vuelta en el carrito por el barrio porque no conseguía que se quedara dormida de ninguna de las maneras. O de aquella otra a la que su peque tenía toda la noche de jarana porque quería jugar y jugar. O el aita que ponía la lavadora para que su hijo cayera en los brazos de Morfeo y... quién no conoce a alguien que daba una vueltecita en el coche a sus enanos para ver si de una vez caían rendidos.

Hay miles de historias acerca de este tema porque la hora del sueño trae de cabeza a montones de familias. En casa no lo hemos sufrido porque nuestras hijas son muy dormilonas y suelen "hacer" la noche del tirón (y una siesta de tres horas si las dejas, jajajaj). Pero sí que conocemos a aitas y amas de nuestro entorno que conviven con este problema. Así que, aunque sabemos que no existen milagros ni métodos infalibles para que un niño o una niña se duerma... os animamos a probar esta lectura porque de malo no tiene absolutamente nada y porque por intentarlo... ¡no se pierde nada! Venga, os contamos de qué va.


El libro que nos propone el psicólogo sueco Carl-Johan Forssén Ehrlin tiene 26 páginas (es cortito) y está protagonizado por un conejito llamado Carlitos que tiene dificultad para dormirse pese a que se encuentra muy muy cansado.


Junto a su mamá, Carlitos irá en busca del Tío Bostezo para que le ayude a conciliar el sueño. En su viaje, se encontrará con personajes como el Caracol Durmiente o el Búho de Ojos Pesados, que le darán consejos para superar su problemilla. Y poco a poco, el conejito se irá convenciendo de que puede conseguirlo y al regreso de su viaje, amatxu le arropará y se quedará profundamente dormido.


Este es el resumen de la historia, muy sencilla ¿verdad? Os estaréis preguntando dónde está el truco, pero es que la historia en sí no es la que consigue que los peques se duerman, sino la forma de leerla. El objetivo es lograr que nuestro hijo o hija se identifique con el protagonista y que acabe pensando que "él también es capaz de quedarse dormido".

Para ello, el autor plantea una serie de pautas psicológicas y de relajación que tendremos que ir aplicando en la lectura. Es muy importante "leerlo desde el principio hasta el final". El txiki tiene que estar acostado y aunque el libro tiene ilustraciones, casi mejor que no las mire para que toda su concentración se centre en la voz que narra la historia.

A la hora de leerlo, debemos saber que hay que dar énfasis a las palabras que aparecen en negrita, mientras que las que lleven cursiva deben decirse en bajito y muy muy lentamente. En algunas partes en las que se debe bostezar, y otras donde tendremos que incluir el nombre de nuestro "bichito". Además, comprobaréis que palabras como "bostezo", "relajar", "conciliar el sueño" y "caer en el sueño", se repiten muchísimas veces.


Como veis, no parece nada complicado y el libro, que ya es todo un éxito de ventas, no es muy caro. Por eso animamos a todos los que convivís con txikis peleones para dormir que por lo menos lo intentéis, quizá funcione y os sorprendáis. Y si no es así, habréis compartido un fantástico momento de relajación y lectura junto a vuestros hijos, que ¡oye! también está fenomenal. 

4 comentarios:

  1. Me lo apunto... Mis niños también son dormilones, pero a la mayor (el pequeño es aun un bebé de 7 meses) algunas veces le cuesta conciliar el sueño... Sobre todo cuando "se pasa de vueltas"! Jaja

    ResponderEliminar
  2. Nos alegramos de que te haya gustado, si te animas luego nos podrías comentar si realmente funciona!!

    ResponderEliminar
  3. Pues creemos que no pero ya que preguntas vamos a investigar!

    ResponderEliminar